Carlos es el miembro más joven de
la renovada Comisión Ambiental del Colegio Santo Ángel de Palencia, que ayer
tuvo una reunión para compartir el trabajo que han hecho este año en torno a la
energía. Y una de las cosas que han descubierto dibujando es que, igual que
todas las mañanas tienen que desayunar para ir al cole, vivimos rodeados de
aparatos que también ‘desayunan’: la televisión, el ordenador, una tostadora,
el proyector que hay en el aula… ¡todos los aparatos que nos rodean necesitan
energía para poder funcionar!
Otras compañeras nos contaron el
acercamiento más pormenorizado que los cursos superiores han hecho, con algunas
estimaciones sobre el consumo de energía de un solo aula: teniendo en cuenta
que hay 4 luminarias fluorescentes que permanecen encendidas unas 540 horas a lo
largo de todo el curso, han llegado a la conclusión de que el consumo de
energía estaría en torno a 1Kw al año. También han observado que no se
aprovecha del todo bien la iluminación natural y, aunque hubo algunos apuntes
sobre posibles soluciones, no nos adelantemos…
Se suele decir que la vida se
parece más a una espiral que a una línea recta. Durante los últimos años el
Colegio Santo Ángel ha venido trabajando en torno a su patio escolar. Fruto de
la llamada de atención y la reflexión colectiva sobre la distribución y el uso
del espacio, habéis ido dando soluciones para diversificarlo, y prueba de ello es
que ahí están el jardín vertical o vuestra ‘reserva natural’. La evolución de
una ecoauditoría creo que también se parece más a esa espiral de que os hablaba
que a una línea recta, y me explico.
La ecoauditoría es un proceso que
debe ser capaz de ‘abrazar’ nuestros logros, mantenerlos, revisarlos y
mejorarlos. Ayer también surgieron algunas ideas para unir los palets del
jardín vertical mediante enredaderas, elegir verduras cuyo ciclo de siembra y recolección
coincida con el curso escolar para plantarlas en la nueva zona de tierra, o embellecer
con algún graffiti la ‘reserva natural’ y publicitarla como ‘biblioteca al aire
libre’, además de instalar carteles que indiquen su localización y darla a
conocer en su doble función de diversidad de especies y espacios.
Como veis, no se trata de que le
empecemos a meter mano a la energía y dejemos el patio de lado, pero tampoco de
que abordemos el nuevo tema desde la misma perspectiva que aquel en el que ya
llevamos un largo recorrido: estamos en otra vuelta de espiral y esto va por fases
así que, y aún a riesgo de repetirnos, os recordamos que estáis arrancando y,
por cierto… ¡¡¡con mucha energía!!! Este año todo el colegio le ha dado vueltas
a algo invisible y, en función de las edades, habéis llamado la atención sobre
su uso. Esta primera fase de motivación
–y algún diagnóstico preliminar- os permitirán seguir profundizando en la procedencia
o los tipos de energía y, por supuesto, investigar
muchas más cosas sobre su presencia en el cole. Pero no corramos, porque vamos
lejos: para que vuestra espiral siga girando y ‘abrazando’ todo lo que hagáis,
es necesario el sosiego de la reflexión
compartida. Y ya vendrán las soluciones, siempre propuestas colectivamente...
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