
El pasado jueves tuvimos visita doble del programa. A primera
hora de la mañana habíamos quedado con Antonio, el director del CEIP Alonso Berruguete, de Paredes de Nava, que como ya sabéis será nuestro colegio y
municipio anfitrión en el encuentro provincial de este año. Y para que todo
salga bien el 5 de junio también estuvimos valorando las alternativas
culturales con las que aderezar el encuentro. No vamos a desvelar ningún
secreto que no conozcáis, pero la singular torre –que conjuga arte románico,
gótico y mudéjar- de la Iglesia de Santa Eulalia, además de ser testigo de la
feria de intercambio de experiencias, nos invitará a echar un vistazo a otras
joyas del Siglo de Oro que alberga el Museo Parroquial. Tendremos a nuestra disposición
un imponente salón de plenos para la entrega de diplomas, pero es que pegado a
él se esconde una delicia de museo que homenajea a uno de los oficios más
antiguos del mundo, y seguramente más necesario: esos titiriteros que, como
cantaba Serrat, ‘vacían su alforja de sueños que forjan’. Y para seguir
soñando, nada mejor que ensanchar el horizonte en la Iglesia de San Martín, hoy
sede del Centro de Interpretación de Tierra de Campos.
Ultimados los detalles, pusimos rumbo a Saldaña, que aún no
había tirado para tierras norteñas. Y fue un gusto, en un día soleado después
de tantas lluvias, descubrir el trabajo que han estado haciendo en el IES
Condes de Saldaña. Os dejo aquí su propio blog
Escuelas
para la Sostenibilidad Saldaña,
que
alimentan con cada una de sus acciones: la más importante este año, la
ecoauditoría sobre el agua en la que se ha embarcado todo el alumnado de ESO y
Bachillerato. Además, muchas de las actividades paralelas –no solo de investigación
y diagnóstico- están vinculadas a este recurso, y prueba de ello es la visita
que iban a realizar esta misma semana, de la mano de la Confederación
Hidrográfica del Duero, a los márgenes del río Carrión.



Y antes de terminar la jornada nos emocionamos. A ver, no es
que no nos emocione nada de lo anterior, pero es que la última visita fue al
CEIP Villa y Tierra, que este año está investigando su patio –todo lo que las
obras en él les han permitido- bajo el hilo conductor ‘Un cole emocionante’,
que este año es el eje central de su proyecto. Seguro que no exagero si digo
que todo el mundo conoce el cuento
‘El monstruo de colores’,
¿verdad? Pues que sepáis que este curso ha invadido el colegio. Y como no podía
ser de otra forma, la investigación de lo que les apetece y no hacer en el
patio está vinculada a la alegría, por ejemplo, de que el vallado del centro
esté pintado de colores, y van y se suman papás y mamás para colorearlo, o recuperar un rincón para empezar a plantar un huerto, o aprovechar la remodelación del patio para reservar un espacio como aparcabicis; o a la
tristeza que nos provoca ver un espacio de juego inutilizado; o a la rabia de
que alguien nos empuje en el recreo; o al miedo… ¿a los extraterrestres, a la
noche?, ¿será diferente lo que les infunda miedo a niños y niñas? Para
averiguarlo, han convertido un pasillo en un túnel donde dejar sus miedos. Y para
resolver esos pequeños (o grandes) conflictos que se dan, especialmente, en los
patios, nada mejor que una ‘oreja’ que nos escuche (y que, como la del cuento
de Gianni Rodari, podría ser verde): un igual, otro niño o niña que medie, y ayude
a pintar del color de la calma nuestras nuevas formas de existir.
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Espacio que habilitarán en el colegio como aparcabicis. |
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Un rincón para hablar y escuchar... |
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¿Qué sentido tiene un columpio vallado e inutilizado? |
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¡Adiós, miedos! |
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