lunes, 21 de septiembre de 2020

Educación ecosocial en tiempos de crisis sanitaria

 

 “Si toda crisis, implica oportunidad. Esta es la oportunidad más importante en la historia de la humanidad para construir un orden global basado en la solidaridad, el conocimiento y el respeto al medio ambiente.”

 Patricio Julián Feldman

Cartel del IES VIllajunco de Santander

Comienza el curso escolar. Un curso muy diferente que quedará en nuestras memorias grabado como el curso de las mascarillas y el distanciamiento social. Un curso que arranca, tras muchos meses sin acudir a las aulas en la mayoría de los casos, con una escuela radicalmente diferente con grupos burbuja, mascarillas y gel hidroalcohólico en nuestro entorno. Un curso en el que la pandemia parece haber relegado todo a un segundo plano porque “lo primero es la salud”. Un curso en el que se fomenta el consumo de objetos desechables: mascarillas desechables, guantes desechables, botellas desechables, etc. Frente a esta realidad no debemos olvidar que hemos llegado a esta situación por una zoonosis, una enfermedad de origen animal que ha dado el salto al humano por la degradación ambiental, por la mala salud del planeta. Así que sí, lo primero es la salud… del planeta.

Frente a la incertidumbre sobre cómo será el curso 2020-21 tenemos una gran certeza: la COVID-19 ha dejado patente la interdependencia que existe entre la salud del planeta y la nuestra. Frente a esta evidencia educar con una perspectiva ecosocial e incluyendo los ODS parece hoy más necesario que nunca.

Los aprendizajes que hemos obtenido de esta crisis sanitaria, que desgraciadamente han conllevado un coste social muy alto, han sido muchos y muy variados. Hemos aprendido que para vivir necesitamos muchísimo menos que lo que creíamos. Hemos valorado el trabajo de las personas que cuidan de nosotros, de las que cultivan nuestros alimentos, los transportan o atienden en las tiendas. Hemos probado a hacer pan con nuestras propias manos. Hemos sabido movernos utilizando menos combustible. Hemos vuelto a comprar en las tiendas del barrio o del pueblo. Hemos experimentado cómo lo que más nos hace felices es el contacto.

Imagen compartida por Miguel Brieva en su Instagram que invita a reflexionar sobre los aprendizajes que podemos sacar de esta situación excepcional

Más allá de estos aprendizajes personales o colectivos,  es necesario repensar la educación con perspectiva ecosocial para entender el momento que nos ha tocado vivir, marcado por fuertes cambios e incierto, y tratar de revertir los problemas a los que vamos a enfrentarnos o ayudar a paliar sus efectos. Para ello algunas claves pueden ser enseñar a desenvolverse en la incertidumbre, a resolver problemas diversos, a desarrollar la creatividad…

Es importante entender que somos seres ecodependientes, es decir, dependemos de la naturaleza de la que obtenemos todo lo que necesitamos para vivir. La naturaleza está sujeta a límites físicos, por lo que nuestra vida humana y nuestra economía también están sujetas a límites. Hay que enseñar al alumnado los elementos clave de la crisis ambiental, a asumir los límites planetarios, a tener una mirada sistémica…

También somos seres interdependientes. La vida de cualquier persona en solitario es imposible, ningún ser humano puede vivir solo ya que vivimos en cuerpos vulnerables que necesitan de cuidados y atenciones a lo largo de toda la vida. Para ello hay que saber analizar los procesos que nos han llevado hasta sociedades basadas en las desigualdades. Y desarrollar la empatía, fundamental para conseguir sociedades justas y democráticas.

Así mismo es necesario trabajar para que el alumnado se conciba como un agente de cambio ecosocial. La educación ha de servir, sobre todo, a la mejora colectiva. Se pueden, por ejemplo, organizar encuentros para debatir en la comunidad educativa cómo podemos hacer frente a la situación que vivimos y visualizar entre todas las oportunidades que la situación nos brinda si trabajamos colectivamente.

En definitiva, ahora más que nunca es necesario apostar por una educación que luche por conseguir el bienestar para todas y todos, tomando consciencia de nuestra ecodependencia y las interdependencias que nos permiten estar vivas.  Y para que este curso no perdáis la perspectiva ecosocial en vuestro día a día, os recomendamos el calendario escolar que Teachers for Future ha diseñado para este 2020-21. Evitemos que se repita la historia, sigamos trabajando concienciando a nuestras comunidades educativas, administraciones y a la sociedad en general para que pasen a la acción, ¿os apuntáis al cambio?

1 comentario:

  1. Es imprescindible no perder la perspectiva ambiental en toda esta crisis. Se han generado hábitos que nos abocan a la generación ingente de desechos, de los cuales, si bien una parte es inevitable, el resto puede cambiar significativamente utilizando productos higiénicos de varios usos que tienen idénticos características.

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