“Muchos de nosotros nos
preguntamos qué planeta estamos dejando a nuestros niños. Sin embargo, pocos se
preguntan lo contrario: ¿Qué clase de niños estamos dejando a nuestro planeta?”
Simeón Ogonga, líder juvenil keniano.
Simeón Ogonga, líder juvenil keniano.
¿Cumple nuestro colegio
con las tres erres? ¿Son sostenibles nuestros patios? ¿Qué porcentaje de
plástico hay en los cubos de pasillos y clases? Preguntas como estas y otras más son las que
nos hemos hecho escolares, docentes y familias desde el curso pasado cuando empezamos nuestra andadura en el programa Escuelas para la Sostenibilidad.
Desde
el grupo motor escogimos un tema, varios eran los que nos inquietaban, pero nos
decidimos por uno: la gestión de la basura. Decidimos dar nuestro primer paso y
hacer un diagnóstico. Para ello, nos fueron de mucha utilidad las ecoauditorías
escolares, procedimiento con el que acabamos estando bastante
familiarizados. Gracias a este análisis inicial descubrimos y definimos cuáles
son los principales problemas que existen en relación con los residuos en
nuestro colegio y en el entorno próximo, sus causas, sus efectos, nuestros
hábitos…
Cuando
por fin tuvimos una idea más acabada de lo que ocurre –generamos mucho plástico
en los almuerzos de los recreos–, ideamos y decidimos unas acciones para
solucionar o minimizar este problema. En primer lugar, comunicamos a toda la
comunidad nuestra observación y nuestros propósitos. Luego, enviamos una carta
al equipo directivo para que se pusieran más cubos y así poder separar residuos.
En tercer lugar, decidimos informarnos más acerca del plástico e invitamos a
Silvia González, biotecnóloga palentina especializada en el impacto de este material
en nuestro organismo y en el de los demás seres vivos. Supimos
que el plástico es un derivado del petróleo y a continuación nos animamos a saber más de este
recurso no renovable: solicitamos a Ecologistas en Acción y al grupo de
decrecimiento Hasta aquí hemos llegado la exposición Los límites del crecimiento y la utilizamos para
difundir y debatir entre nosotras sobre conceptos como 'decrecimiento', 'colapso', 'pico del petróleo' y otros.
Otro
asunto de importancia ha sido la participación. Nos hemos propuesto que la toma
de decisiones sea fruto del acuerdo y del consenso. Así es que creamos la comisión
ambiental, órgano integrado por profesorado, alumnado y familias, que se ha
encargado de centralizar las propuestas de mejora que hemos ido haciendo desde
las aulas.
Llegada
la primavera del curso pasado, vimos con satisfacción que algunas de nuestras
iniciativas llegaban a buen puerto y, también, que otras nos iban a llevar más
tiempo... La participación en la CONFINT provincial en Saldaña nos dejó buenas
sensaciones y nuevas ideas, razón por la que no nos resultó difícil ponernos
pronto manos a la obra en este nuevo curso.
Así
que desde la comisión ambiental pensamos que era una buena idea aprovechar las
reuniones con las familias del mes de octubre y preparar un vídeo para recordar
nuestra participación en el programa. De paso, incluimos los datos que quedaron
de las ecoauditorías y animamos a toda la comunidad a sumarse realizando
algunos ecogestos. Ahora nos toca saber si estamos avanzando en
el camino correcto, pronto habrá que evaluar los resultados y el impacto de
este primer paso.
Mientras,
nuestros próximos retos van teniendo forma de nuevas preguntas: ¿qué calidad tiene el aire que respiramos en el patio del
colegio?, ¿qué está ocurriendo con el clima?...
* La autoría de esta entrada, así como el vídeo que la ilustra, es de la Comisión Ambiental del Colegio Maristas Castilla, de Palencia.
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