viernes, 1 de febrero de 2019

¡Hemos hecho un plan!



Me encanta asistir a las reuniones de las Comisiones Ambientales de los centros que forman parte de nuestra red y escuchar, con sus propias palabras, a niños, niñas y adolescentes qué es este proyecto y qué están haciendo. Pienso en lo que, a veces, nos complicamos la vida dándole un nombre grandilocuente a las cosas, con lo sencillo que es explicarlas con un lenguaje que todo el mundo entienda. Por eso, me da rabia oír aquello de “Bah, no hemos avanzado mucho…”, solo porque no se emplee la terminología de una metodología que está ahí para facilitaros la vida, no para crearos ataduras innecesarias.


Hace ya un par de semanas estuve en Villalobón, en una sesión en la que fueron los más peques quienes empezaron contando qué problemas habían encontrado en su colegio. No os los voy a desgranar porque hicieron este póster para reflejarlos. A continuación, los mayores tomaron la palabra para explicarme cómo habían ido registrando –a través de unas fichas que han rellenado durante varias semanas- todos esos problemas y, ya con ayuda de sus profes, los habían volcado en unas gráficas para ver cuáles eran los más importantes. 


Con esa imagen tan clara, era fácil que peques y grandes llegaran a la conclusión de que algo tienen que hacer con la basura que aún tiran al suelo, con los residuos que se siguen mezclando, con las luces y aparatos eléctricos que quedan encendidos y, sobre todo, porque les toca muy de cerca, con la cantidad de envases que generan en sus almuerzos.


Pues… ¡manos a la obra! Yo seguía tomando nota de todo lo que me contaban: van a colocar más contenedores de diferentes fracciones en el patio –a cubierto, para que no se mojen cuando llueve, y accesibles para todo el mundo-, la sala del profesorado y los pasillos; aprovechando la presencia de una mamá que, además es concejala en el Ayuntamiento, le pidieron –aunque decidieron que enviarían una carta formal con la decisión- varios contenedores de ruedas para poder trasladar después los residuos a los contenedores viales, a apenas cien metros del colegio; otra niña, con una visión muy organizativa, apuntó que sería necesario reactivar la Patrulla SOL, armar grupos y establecer turnos para cumplir con esta tarea; y, por último, ya que no siempre depende de niños y niñas, sino de sus familias, escribirles a estas una carta, dándoles alternativas y solicitando su implicación para reducir los envoltorios de sus almuerzos, que de paso, puede que también traiga algún cambio a mejor con una dieta más saludable.

Si os fijáis en esta secuencia de lo que fue la sesión, estos chiguitos me contaron en cosa de una hora los resultados de su diagnóstico, priorizaron y armaron un plan de acción, al que le irán añadiendo, sin duda, muchas más iniciativas que ayuden a todo el colegio a reflexionar sobre el porqué y el para qué están haciendo lo que se han propuesto.

El de Villalobón es un centro veterano, pero ayer estuve en el Colegio Maristas, de la capital palentina, que se ha incorporado este año a nuestra red. ¿Os podéis creer que me salieron con la misma? “Bueno, ya nos dirás, quizá estamos un poco perdidos y no hemos sabido avanzar…” Juzgad quienes leáis esto, pero no me cabían más cosas en la pizarra tratando de sintetizar todo que me contaron.


Tienen muy claro que eso de la sostenibilidad tiene que ver con los recursos y con el equilibrio con el que los usamos; que este año quieren aplicar las 3R y que la ecoauditoría que les proponemos como herramienta de trabajo sirve para mejorar su colegio; que los cursos de 5º y 6º, que de momento han tomado la avanzadilla, se han dado cuenta de que se producen muchos y variados residuos en el colegio, papel, envases y restos orgánicos, pero les llama especialmente la atención que más de la mitad sean los envoltorios de sus almuerzos; que una biotecnóloga vino al cole y les habló de una isla de plásticos y de que esos plásticos que llegan al mar entran en las cadenas tróficas y a través de la alimentación pueden acabar en nuestro organismo, y que cayeron en la cuenta de que lo que ocurre en tierra firme, y también en su colegio, tiene consecuencias a escala global.

Pero como no pueden hacer nada en esa magnitud, han decidido empezar a tomar medidas desde su ámbito, o sea, el colegio. ¿Qué tal una exposición sobre ‘Sostenibilidad’ para que todo el centro se entere de qué es eso y se sume al reto? ¿Y si empiezan por reutilizar el papel en cada aula? ¿Y a animar y dar alternativas a envases desechables para bebida y comida del almuerzo? ¿Y si dividen las papeleras de clase en compartimentos para cada tipo de residuo? ¿Y qué tal si las patrullas de orden y limpieza –que ya tienen organizadas- asumen la tarea y, por turnos, sacan esas fracciones a los diferente contenedores de calle para no cargar con trabajo al servicio de limpieza escolar? ¿Y por qué no, ya que han hecho hasta sus cálculos, se plantean una meta para el próximo curso, y hasta podemos sacar unos indicadores que midan sus mejoras?


¿Y qué tienen que decir las familias? Las dos mamás que nos acompañaron se comprometieron a contar el programa en la próxima reunión y, dado que los tablones de anuncios del patio son consultados asiduamente, propusieron que se hicieran carteles para llamar la atención e ir informando de los avances.

Al arrancar la sesión, Juan, el profesor que coordina el programa, les planteó algunos criterios que suelen emplear para decidir los proyectos en los que se embarca el centro anualmente. Dos de ellos eran la importancia y la urgencia y, para cerrar la reunión, aproveché el guante y les pregunté si todo lo que me habían contado les parecía que los cumplían. Un niño y una niña comentaron que les parecía que era importante porque era un problema global que había que cambiar, y urgente porque, si no colaboramos y rápido, quizá más adelante no se pueda hacer nada. Quería además, que me resumieran en una frase qué les había parecido la sesión, y una de las adolescentes de 2º ESO dijo que, al principio, no sabía muy bien qué era todo eso, pero que se había dado cuenta de que ‘hemos hecho un plan’. Y aquí os dejo a sus artífices...


No hay comentarios:

Publicar un comentario