Las conclusiones, claras: de la familia de las 3Rs (reducir, reutilizar y reciclar) solo la última R es verdaderamente conocida en los hogares y no siempre se aplica. Y la materia orgánica no tiene una separación específica ni en casa ni en el centro escolar. Y lo que es mejor, los niños y niñas de la Comisión Ambiental están con ganas de dar respuestas a esta situación:
Primero, investigando todo lo necesario para elaborar, instalar y utilizar un compostador en el centro para poder dar salida a todos los restos orgánicos que se generan en el centro ¡y tratar de convertirlo en un compostador comunitario para el pueblo!
Segundo, realizando acciones para recordar a las familias de los escolares y al pueblo en general, la importancia de reducir, reutilizar y reciclar nuestros residuos, por este orden. Mirad que ideas tan chulas apuntaron para ello: hacer una manifestación por el pueblo con pancarta incluida, hacer carteles para colocarlos por las tiendas, escribir cartas a las casas...
Ahora habrá que ordenar todas estas ideas, todas estas propuestas y ver cómo llevarlas a cabo, ordenarlas por importancia para el centro porque poner en marcha todo a la vez, es difícil.
En cualquier caso, parece claro que el patio del colegio de Ampudia va a disponer en breve de un compostador para convertir los residuos orgánicos en abono para las plantas (compost).
¡Nueva vida a la materia orgánica!
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