El jueves pasado en Villalobón tuvo lugar una comisión ambiental para que los niños y niñas de este centro presentaran su trabajo alrededor de cómo sería su 'patio ideal' al equipo técnico encargado de la obra de ampliación y reforma del patio. Allí la comunidad educativa del colegio (alumnado, profesorado, familias), el representante municipal (teniente alcalde de la localidad), el equipo técnico (arquitecta, delineante y aparejador) y la representación de este programa de ecoauditorías, compartimos una agradable hora de trabajo.
Los niños y niñas dejaron claro qué ingredientes ven necesarios en el lugar en el que trascurre su tiempo de recreo: un arenero para que los más pequeños puedan hacer castillos pero alejado del resto de la zona de juegos para evitar resbalarse con la arena, espacio para hacer un huerto o poner frutales porque nos gusta comer los frutos que vemos crecer, un tobogán que a la vez tenga una zona de rocódromo porque trepar siempre es divertido, árboles que den sombra, colores y alegría, un espacio un poco recogido para cuando queremos estar en calma o estamos un poquito tristes, etc.
Y lo mejor de todo es el buen trabajo que se esconde detrás estas peticiones, todas tienen su análisis, su porqué: teniendo en cuenta los diferentes estados de ánimo que todos tenemos a lo largo de un día o las sensaciones que queremos experimentar cuándo salimos al patio.
Daba gusto ver a Mª Jesús, la arquitecta, tomar nota de las aportaciones de los niños y comentar con ellos cuáles serían recogidas -¡casi todas!- en el nuevo patio del colegio. Muchas gracias a tod@s, a grandes y a pequeños, por este gran trabajo.
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