jueves, 24 de mayo de 2018

Nos estamos ahogando en plástico



Y no es una forma de hablar. Quizá las personas, no, o todavía no nos estemos ahogando. Pero si pensamos que cada año se estima que llegan al océano entre 9 y 13 millones de toneladas de residuos plásticos, que los animales marinos –desde una medusa, pasando por tortugas y llegando a un gran atún- son incapaces de distinguir entre alimento y los minúsculos pedazos de plástico en que quedan transformados los restos, por ejemplo, de un bastoncillo de los oídos eliminado por el retrete (en lugar de depositarlo en el cubo de la basura) o esa pajita sin la que pareciera que la especie humana no hubiera evolucionado en su deglución, o que las aves marinas pueden llegar a acumular hasta un 8% de su peso corporal en plástico… ¿os sigue pareciendo una expresión exagerada?

Hoy os hablo de esto porque el pasado jueves tuvimos nuestra cuarta y última reunión del Seminario de Escuelas para la Sostenibilidad. Si miráis el calendario y buscáis la efeméride ambiental de ese día, comprobaréis que el 17 de mayo es el Día Mundial del Reciclaje, y si echasteis un vistazo a la prensa quizá os topasteis con este artículo de provocador título. Y no es para menos…

El plástico –en realidad, existen muchos tipos con diferentes características- es uno de los materiales que más tarda en degradarse en la naturaleza. En este proceso, lo habitual es que vaya fragmentándose en trocitos cada vez más diminutos que, además de resultar indistinguibles para la mayoría de organismos de lo que sería su alimento, van acumulando sustancias tóxicas. Además, por mucho que nos insistan en las bondades del reciclaje, lo cierto es que la inmensa mayoría del plástico no se recicla porque técnica o económicamente no es viable así que, aun en el mejor de los casos en que colaboremos en su recogida selectiva, no pensemos ni por un momento que pasará por un circuito casi perfecto como el del vidrio.

Por todos estos motivos, cada vez más voces, tanto desde el ámbito científico como del activista, están pidiendo una regulación más estricta, como la prohibición de productos desechables, ya sabéis, pajitas, vasos, botellas… Un paso para darle visibilidad a este enorme problema es celebrar el próximo 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente, bajo el eslogan #SinContaminaciónPorPlásticos: si seguís este hastag, seguro que encontráis mucha más información y, sobre todo, ideas para poner en práctica.


Por nuestra parte, en el Seminario del pasado jueves decidimos dos cosas: que la Confint Provincial que celebraremos en Paredes de Nava sea un evento ‘sin plásticos’, con lo que familias y escolares tendrán que plantearse un tentempié y un almuerzo diferentes para esa jornada; y que, igualmente, el resto de docentes y escolares que estaréis ese día en las aulas aprovechéis para darle visibilidad a la sostenibilidad –como eje transversal en el que estáis trabajando en el centro- y de paso, os las ingeniéis para convertir la jornada en una celebración de vuestra ‘ruptura’ con el plástico. Y si, además, ¿luego nos lo contáis?


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